Bruselas

Bruselas es un destino ideal para una escapada de fin de semana ya que su tamaño la convierte en una ciudad asequible para recorrerla en dos o tres días y disfrutar de sus muchos encantos. En el centro de la capital de Bélgica está La Grand Place, una de las plazas con más historia y más bonitas del mundo. En ella se encuentra edificios como el Ayuntamiento o la Maison du Roi -actual museo de historia de la ciudad- así como edificios donde antaño se ubicaban las sedes de los gremios de la ciudad. Como curiosidad, en una de las viviendas estuvo el escritor Victor Hugo durante su exilio y en otra se cuenta que fue frecuentada por Carl Marx mientras escribía el Manifiesto Comunista. 
Aunque si hay algo por lo que se recuerda a Bruselas es por suManneken Pis, una pequeña estatua -de apenas 50 centímetros- de bronce que forma parte de una fuente cercana a la Grand Place y en la que las colas para fotografiarse junto a ella suelen ser importantes por lo que octubre es un buen mes para sortear el habitual gentío. 
El Atomium, construido para la Exposición General de 1958, es otro de los clásicos. Representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces y está formado por nueve esferas de acero de 18 metros de diámetro. Fue renovado en 2005 y hoy alberga un museo de ciencias.

El Palacio Real, Les Marolles -barrio histórico de la ciudad baja- y los edificios de la Unión Europea son otros de los lugares que no pueden dejar de visitarse. Para coger fuerzas nada mejor que degustar unos ricos moules o mejillones con una típica cerveza y de postre sus clásicos gauffres regados con un excelente chocolate.